El Internet lento encuentra la manera de sacar nuestro lado más salvaje. Si has tenido algunos ataques de ira recientes por los millones de clics que has dado con el puntero sin éxito y estás a nada de tirar tu router por la ventana ¡detente! Hay más de una razón por la que tu conexión a Internet está lenta y podemos ayudarte a resolverlo. Prueba estos seis pasos de reseteo para solucionar las causas más comunes del porque tu Internet se pone lento.
Para solucionar los problemas de una conexión a Internet lenta, el primer gran paso es cerrar las aplicaciones móviles, las aplicaciones de escritorio y las pestañas y ventanas del navegador web que no estés usando. Las aplicaciones en segundo plano suelen correr acciones y actualizaciones que consumen tu ancho de banda sin que te des cuenta.
Si eso no aumenta tu velocidad, la conexión lenta puede ser una codificación defectuosa o problemas con el servidor de la aplicación o el sitio web al que estás tratando de accesar. Prueba esa teoría cerrando la aplicación, luego abriéndola nuevamente y compara la velocidad de carga con alguna otra aplicación o sitio web. Si estas últimas funcionan bien, has encontrado al culpable.
Puedes probar algunas cosas para acelerar una aplicación lenta: iniciar y cerrar sesión, desinstalar y volver a instalar o reiniciar tu dispositivo. Si el problema persiste, envía una solicitud de ayuda al desarrollador de la aplicación o cambiate a una mejor aplicación.
Al igual que probaste aplicaciones para aislar el problema, prueba en diferentes dispositivos. Si tu televisor falla demasiadas veces en el mejor momento de la novela, podría ser un problema con tu caja de transmisión o receptor de cable y no con toda tu conexión a Internet. Prueba con un par de aplicaciones en tu teléfono y actualiza tu correo electrónico en la computadora para ver si esas conexiones parecen cargar normalmente.
Si tu caja de transmisión sigue siendo el único dispositivo que se está quedando atrás, centra tus tácticas de reseteo al aparato. Puedes intentar reiniciandolo, dejando que se enfríe si se sobrecalienta o buscando respuestas de conectividad en foros de fabricantes o usuarios.
¡Buenas noticias! Si no sabes lo que VPN significa, probablemente este no sea la razón por la que tu Internet está lento y puedes saltarte al paso número cuatro.
Desafortunadamente, las redes privadas virtuales (VPN) reducen la velocidad de Internet de forma predeterminada al encriptar tus datos y enviarlos a través de servidores y direcciones IP diferentes a las asignadas por tu proveedor de servicios de Internet (ISP). Dado que el cifrado y el enmascaramiento de red agregan una infraestructura tecnológica a tu tráfico de Internet, esto resulta en tiempos más largos entre tus solicitudes y las respuestas del servidor.
Si usas un VPN personal, intenta aumentar tu conexión a Internet anulando el servidor seleccionado automáticamente y eligiendo uno con una latencia más baja. Si todas las conexiones se retrasan, es posible que no obtengas la velocidad que quieres hasta que apagues el VPN.
Si usas un VPN de tu empresa para el trabajo y esto disminuye tu conexión a Internet, pregúntale a tu jefe si puedes usarla de manera más selectiva. Con la ayuda del departamento de tecnología, puedes ejecutar ciertos programas localmente y usar el VPN solo para tareas más confidenciales.
Los routers y módems dirigen todo el tráfico de Internet dentro y fuera de tu hogar, por lo que su condición definitivamente puede afectar la conexión a Internet. Prueba estas tácticas para despejar el camino a velocidades más rápidas.
Reinicia
Dale una oportunidad a esta conocida estrategia y es posible que termines de solucionar los problemas mucho más rápido.
Busca actualizaciones de software
La mayoría de los enrutadores Wi-Fi y las combinaciones de módem se actualizan automáticamente para que tus protocolos reciban el tráfico de tu proveedor de servicios de Internet de la manera más eficiente posible. Inicia sesión en tu router en línea para verificar que tiene activadas las actualizaciones automáticas.
La configuración del módem por cable no es tan accesible como la configuración del router. Si hay un problema con tu módem, probablemente no lo sabrás hasta que te comuniques con tu proveedor de servicios de Internet para una solución avanzada de problemas.
Echa a los intrusos
Inicia sesión en tu router y asegúrate de haber deshabilitado el Wi-Fi público. Las redes privadas son más seguras y reducen la competencia por el ancho de banda.
Si ya proteges con contraseña tu red Wi-Fi, los vecinos o visitantes que una vez usaron tu Wi-Fi con permiso aún podrían ocupar la señal, así que busca dispositivos inalámbricos que no reconozcas. Échalos de la lista para recuperar algo de ancho de banda de Internet. (o también podrías cambiar tu contraseña).
Optimiza la señal
Mientras inicias sesión en tu router, verifica la configuración de Wi-Fi y habilita las redes inalámbricas de 2,4 y 5 GHz. Las conexiones Wi-Fi de doble banda mejoran la velocidad en toda la casa: las ondas de 5 GHz funcionan con fuerza a corta distancia, mientras que las ondas de 2,4 GHz viajan mejor a través de las paredes.
En cuanto al posicionamiento, la señal Wi-Fi funciona como un paraguas, por lo que cuanto más alto coloques tu router, mejor. Si tienes puntos muertos de señal obvios en ciertas habitaciones, intenta agregar extensores Wi-Fi.
Cablea una conexión Ethernet
Las velocidades de Wi-Fi difieren de las conexiones por cable unos pocos milisegundos. Cuando necesites cada milisegundo, te recomendamos conectar tu computadora directamente al router con un cable Ethernet.
Actualiza tu hardware
Las actualizaciones de software no lo solucionan todo. Cuando surgen nuevos desarrollos de Internet, por ejemplo, conexiones inalámbricas de doble banda y velocidades de fibra, los módems y routers creados para servicios más antiguos no siempre pueden mantenerte al día. Tu proveedor de servicios de Internet puede ayudarte a diagnosticar un problema con el router.
PC World dice que los routers antiguos pueden crear una conexión a Internet más lenta después de 4 a 5 años. Si alquilas o compras el tuyo directamente de tu proveedor de servicios de Internet, puedes despreocuparte por cuándo reemplazarlo, ya que la compañía probablemente anunciará el cambio del router con anticipación.
Si los pasos del 1 al 4 no mejoran tu Internet lento, el problema puede ser con tu proveedor de servicios de Internet.
Antes de comunicarte con tu proveedor, usa el test de velocidad de HighSpeedInternet.com para ver si estás obteniendo las velocidades anunciadas. Una prueba de velocidad de Internet mide la tasa de entrada y salida de datos de tu módem en tiempo real. Entonces, si estás pagando por Internet rápido y aún obtienes velocidades de descarga lentas y velocidades de carga tardadas, una prueba de velocidad te lo mostrará claramente.
Si los resultados de tu test son mucho más bajos que las velocidades prometidas en tu contrato o factura, llama a tu proveedor de servicios de Internet para solucionarlo. Por lo general, envían una señal de reinicio para intentar resolver el problema.
Si los resultados de tu prueba son similares a las velocidades que compraste, o si tu proveedor de Internet restablece la conexión y aún no estás satisfecho con la velocidad de tu Internet, podría ser el momento de actualizar tu plan o cambiar de proveedor.
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